Recuerdo los gritos, las emociones, y los tipicos "Aaaaaaaaaw" de aquella familia a la que le llegaba un nuevo integrante, un integrante de 4 patas, pelaje cafe, suave, cara chatita y de 3 meses de edad, recuerdo tambien las peleas de los niños por quien lo iba a cargar, quien iba a dormir con el y quien lo iba a cuidar, recuerdo como a las tres de la mañana se despertaban todos por ver que es lo que tenia aquel cachorro despues de oirlo llorar, sin duda estaban encariñados con el.
Y conforme paso el tiempo, yo me daba cuenta que jamas habia estado en el patio, hasta que empece a oir los chillidos y ladridos de ese perro, cuando la familia habia decidido que ya era hora de que durmiera afuera, aunque eso si, seguian pendientes de el...
pero no fue por mucho tiempo, ya que de un dia para otro la casa de aquella familia parecia estar abandonada las "emocianes" los "gritos" y los "Aaaaaaaaw", parecian haberse acabado, nadie peleaba por quien lo iba a cuidar, al contrario la mamá peleaba por quien lo va a cuidar y quien le va a limpiar sus desechos, y mientras yo antes no lo veia casi, ahora lo veia todos lo dias en el patio a veces dando vueltas, rascando el piso, con la lengua afuera mirando hacia el cielo como pidiendo a arrepintiendose de algo, nunca salia, y su unica alegria era cuando alguien salia solo para llenarle su plato de comida, regañarlo por algo que no sabia y limpiarle; poco apoco fue callendo al suelo, cuando antes levantaba su cabeza por cualquier ruido que oyera, hoy no le importaba nada, dejo de pararse, de comer, de ladrar, de mover la cola, de vivir, convirtiendose en "el perro del patio".
No hay comentarios:
Publicar un comentario